11 Oct2023

EMATSA POTENCIA LA RESILIENCIA DEL CICLO URBANO DEL AGUA

La recuperación de recursos propios y la regeneración del agua, claves para afrontar la emergencia climática

La disponibilidad de agua dulce es uno de los mayores desafíos que tiene la sociedad. El cambio climático está acentuando los episodios de sequía y el déficit hídrico en Cataluña. Es necesario tomar conciencia de esta nueva realidad, y apostar por soluciones viables y sostenibles, que den resiliencia a los municipios y que permitan el progreso social y económico.

La Empresa Municipal Mixta d’Aigües de Tarragona (Ematsa) trabaja con la premisa de que el agua es un recurso preciado y escaso y que es necesario realizar la mejor gestión para asegurar su preservación. Por eso, cuenta con el VIA2030, una hoja de ruta que señala el camino a seguir para prestar un servicio esencial, eficaz y eficiente a la vez que cuida el entorno. En este sentido, Ematsa está desplegando diversas acciones para avanzar en la resiliencia del ciclo urbano del agua, impulsando actuaciones encaminadas a garantizar el servicio frente a situaciones de sequía prolongada o lluvias torrenciales, episodios que serán recurrentes en el futuro.

Resiliencia hídrica

Ematsa se abastece mayoritariamente del agua proveniente del río Ebro a través del Consorci d’Aigües de Tarragona, mientras que cerca de un 12% del agua consumida procede de fuentes propias. En los últimos años, se han iniciado varios proyectos para recuperar recursos hídricos propios con el objetivo de incrementar ese porcentaje hasta el 25%. De esta forma, se puede contar con agua proveniente de minas y pozos propios para mejorar la resiliencia hídrica y que aseguren el abastecimiento en caso de incidencias en el suministro principal.

Así, en el sistema de bombeo Renau, se ha recuperado una captación y se ha construido una nueva. Asimismo, se ha iniciado la actualización tecnológica de la Estación de Tratamiento de Agua Potable (ETAP) de San Salvador, junto con su estación de bombeo. En el mismo punto se está recuperando una captación con carácter de recurso de emergencia.

Además, próximamente se construirá una nueva planta potabilizadora en Bonavista, para tratar el agua de los pozos de la Boella y Soler-Bas y que ésta se destine al abastecimiento de la ciudad.

Resiliencia operativa

Tanto o más importante que disponer de más recursos y optimizar los existentes, es garantizar su uso más eficaz y eficiente. Por ello, la compañía de aguas ha puesto en marcha la transformación digital de la gestión del ciclo urbano del agua que permitirá, a través de la sensorización, la monitorización y el procesamiento de datos para mejorar la capacidad de actuar de forma preventiva y predictiva para garantizar el uso eficiente del agua y preservar los recursos propios y su entorno.

Para llevarlo a cabo, impulsa, por un lado, iniciativas de planificación y modelización de las redes de agua, tanto de abastecimiento como de saneamiento y, por otro, la instalación de sensores y sistemas de análisis en continuo por el control de la calidad y disponibilidad del agua en las captaciones y las redes de distribución y saneamiento. Además, está desarrollando una herramienta de gestión de datos, aplicando técnicas de inteligencia artificial, para detectar de forma inmediata comportamientos irregulares de la red debidos, por ejemplo a fugas o fraudes.

Estas acciones avanzarán conjuntamente con las campañas de renovación de red que se llevan a cabo de forma constante cada año, a fin de mantener e incrementar el rendimiento hidráulico que, a día de hoy, se sitúa en el 85%, diez puntos por encima de la media de Cataluña.

Otras iniciativas destinadas a mejorar la resiliencia operativa es la interconexión de redes que permite una distribución integral del abastecimiento. Así, entre otros se trabaja para conectar la zona de Tarragona Centro con Levante y el polígono Riuclar con Bonavista. También en la instalación de una tubería de transporte que una los depósitos generales de Sant Pere y Sant Pau con la planta potabilizadora de Sant Salvador.

Sistemas urbanos de drenaje sostenibles

Las lluvias cada vez menos frecuentes pero a su vez más torrenciales plantean un nuevo reto, como canalizar este agua para evitar daños y que resulte provechosa. En este sentido, para la compañía de aguas, el objetivo es aumentar la capacidad de drenaje de los sistemas de saneamiento. Esto pasa por la ampliación de la capacidad de desbordamiento del sistema, la sensorización y modelización matemática de la red de alcantarillado, la interconexión de redes y el incremento de la capacidad de bombeo, entre otros. Además, las aguas pluviales se convierten en un importante recurso en un contexto de escasez hídrica. En este sentido, un reto importante para avanzar en la resiliencia urbana sería la construcción de depósitos y parques inundables para la retención de aguas pluviales y posterior reaprovechamiento. Igualmente habrá que impulsar el despliegue de superficies drenantes que permitan reducir la escorrentía superficial y, por tanto, las inundaciones.

Control de calidad

El control de calidad es otro de los pilares del servicio de la compañía de aguas. Ematsa, hace más de diez años, cuenta con la ISO22000, un estándar internacional que asegura de forma preventiva la garantía sanitaria del agua, equiparándola a cualquier otro alimento.

La crisis sanitaria provocada por la Covid19 abrió un nuevo campo de trabajo, el control analítico de las aguas residuales como indicador epidemiológico. Este control ha permitido obtener datos de salud pública de forma anónima, económica y anticipándose a los datos clínicos. En este sentido, Ematsa ya está trabajando en este nuevo campo y, de esta forma, se avanza a los futuros nuevos requerimientos europeos en materia de control de aguas residuales.


 

TARRAGONA CONTARÁ CON UNA NUEVA ESTACIÓN DE AGUA REGENERADA (ERA)

La estación depuradora de Tarragona-Altafulla dispondrá de un nuevo tratamiento para regenerar el agua residual

El agua dulce es un recurso escaso y en la actual situación de emergencia climática se convierte en una prioridad buscar nuevas fuentes alternativas. Por este motivo, es necesario impulsar el agua regenerada para darle una nueva vida al agua. El agua regenerada es agua residual depurada que recibe un tratamiento adicional. Una fuente de agua constante y fiable que permite que los recursos de agua dulce se destinen a la población y sus necesidades de agua potable. Asimismo permite la gestión avanzada de los acuíferos mejorando la calidad y la cantidad del agua mediante la recarga activa.

Actualmente, en Cataluña se depuran aproximadamente 620 hm3 de agua y sólo un 10% de ésta se regenera a través, fundamentalmente, de las ERA del Baix Llobregat, Gavà y Sant Feliu. En 2022 estas tres instalaciones regeneraron 50 hm3 de agua, que sumados a los 0,7 hm3 de la ERA de Reus, a los 6,9 hm3 de la ERA de Vila-seca Salou ya los 3,1 hm3 del Consorcio de la Costa Brava, suman 60,7 hm3. Este año, sólo las estaciones de agua regenerada del Baix Llobregat tienen previsto regenerar 61 hm3, que sumados a la producción de las dos plantas del Camp de Tarragona y las de la Costa Brava dan aproximadamente 80 hm3. De todas estas ERA sólo la del Baix Llobregat va a consumo doméstico a través de la reutilización indirecta y genera el 25% del agua que se está suministrando desde hace unos meses en el Área Metropolitana de Barcelona. La ERA de Gavà está alimentando el riego del Parque Agrario del Baix Llobregat, el Canal de la Infanta o el Rec Vell de Sant Vicenç dels Horts. El agua que se regenera en la ERA de Blanes sirve para recargar el acuífero y la producción de Reus va mayoritariamente a uso agrícola. El agua que se regenera en Vila-seca Salou supone el 18% del agua que consumen las industrias del sector petroquímico.

Para el período 2022-2027, la Agencia Catalana del Agua ha proyectado nuevas ERA en varias depuradoras catalanas, entre las que se encuentra la de Tarragona-Altafulla. La planta tendrá una capacidad de regenerar 1,5 hm3, es decir, el 100% del agua tratada en la planta depuradora. La construcción está prevista que tenga un coste de cerca de 2M€ que ejecutará el Ayuntamiento de Tarragona con la financiación de la ACA.